El Grupo Popular en La Alberca de Záncara pide a la alcaldesa que “olvide su fijación persecutoria contra la Asociación de Mujeres”

El Grupo Popular en el Ayuntamiento de La Alberca de Záncara ha pedido a la alcaldesa de la localidad, María del Carmen García Patiño, que “olvide su fijación persecutoria contra la Asociación de Mujeres y les deje vivir en paz”.

Según han denunciado, García Patiño ha vuelto a entorpecer el acceso de las mujeres agrupadas en torno a la Asociación de Amas de Casa de la Santa Cruz al cuarto del Centro Social en el que se reúnen, argumentando que hay que ahorrar por la crisis. Así, la alcaldesa ha fijado un horario según el cual, el cuarto permanecerá cerrado los fines de semana mientras que, de lunes a viernes, lo podrán usar según un horario preestablecido ya que lo comparten con otras asociaciones.

Desde el Partido Popular han apuntado que los argumentos de la alcaldesa “caen por su propio peso” ya que este cuarto se encuentra dentro del Centro Social y el resto de las dependencias van a permanecer abiertas como hasta ahora. Además, la presencia de esta Asociación no supone “ningún gasto extra puesto que son las propias mujeres las que se encargan de su limpieza y mantenimiento y hasta el butano lo traen de casa”.

Los populares de Alberca de Záncara han recordado que no es la primera vez que la alcaldesa “la toma con esta asociación”. Ya en agosto del año pasado, García Patiño denegó el uso de este local y llegó a cambiar la cerradura de la puerta para impedir la entrada de las mujeres de esta asociación que cuenta con más de 100 socias. En aquel momento, la protesta de estas mujeres hizo a la alcaldesa recapacitar y cambiar de opinión.

Desde el PP alberqueño han asegurado que “esta manía persecutoria y lo ridículo de los argumentos que emplea la señora Patiño, obedece a una rabieta infantil ya que la presidenta de la Asociación es Delfina Camacho, portavoz de los populares en el Ayuntamiento de la localidad”.

Por su parte, Camacho ha querido aclarar también que “la Asociación no tiene nada que ver con la política, allí nos reunimos, hacemos manualidades y trabajos que luego exponemos, hablamos y nos ayudamos unas a otras, sin mirar los colores políticos de ninguna de las socias”. Una labor eminentemente social que “por lo que se ve no termina de gustar a nuestra alcaldesa”.